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¿Y si solo restaurar una mina cerrada no fuera la mejor opción?

09 mayo 2022

Para crear un buen equilibrio entre restauración, recuperación y transformación de activos, todo lo que se necesita es un poco de creatividad

Por David Kijewski y Sean Ennis

Una mina es solo un capítulo. La tierra tenía una vida antes de que existiera la mina y puede reutilizarse nuevamente después de que la mina cesa sus operaciones. Para preparar el terreno para su reutilización, una mina generalmente pasa por su recuperación para restaurar el terreno e imitar las condiciones en que se encontraba antes de la explotación. Debido a la extensa huella de una mina promedio, el proceso de recuperación de una operación minera cerrada puede ser largo y costoso. Cuando se combina con el hecho de que la tierra nunca volverá por completo a su estado original, surge la pregunta de si hay un mejor uso para el terreno alterado.

En lugar de devolver estrictamente la tierra a su estado anterior, ¿qué pasa si buscamos otros usos para el sitio? ¿Podemos utilizar la tierra para generar energía renovable?

¿En qué consiste la recuperación?

Es diferente según el tipo de mina y sus instalaciones asociadas, pero todas las minas modernas deben restaurarse para imitar el entorno circundante lo mejor posible. Una lista simple de actividades a las que se someten las minas durante la recuperación incluiría la demolición de todos los edificios e infraestructura de la superficie, la reconformación a una topografía "natural", la colocación de material de crecimiento (tierra vegetal) y la resiembra. Hay algunas excepciones, como mantener edificios para albergar bombas para pozos que abastecen el área local o puentes para mantener el acceso a los usuarios de la tierra. 

Una mina a tajo abierto no siempre es rellenada hasta una superficie nivelada. Más bien, el área de recuperación terminada se convierte en colinas con valles y hendiduras cubiertas con vegetación nativa. Pero este proceso es costoso y puede llevar años mover tierra y rocas para intentar que parezca que no hubo una mina allí.

Un ejemplo de cómo se ve la tierra recuperada en una ubicación remota.

Una vez que se culmina la recuperación, los sitios se pueden usar para recreación - como senderismo, caza y pesca - o para agricultura, como las Primeras Naciones que cosechan plantas nativas o pastan ganado. Si se le pregunta a la persona promedio qué piensa acerca de restaurar el paisaje a un estado más natural, probablemente estaría a favor de esa idea. Sin embargo, podemos ampliar el alcance de los usos de la tierra posteriores al minado.

Todo lo que se necesita es un poco de creatividad y puede haber un buen equilibrio entre restauración, recuperación y transformación de activos.

Ambiental: Las minas necesitan cientos, si es que no miles de hectáreas de tierra. Esto, a su vez, significa que se alteran grandes áreas del paisaje natural. ¿Por qué no preservar el medio ambiente reciclando esta huella?

Por ejemplo, los campos solares requieren un cierto paisaje (libre de árboles altos y edificios). Una vez que una mina a tajo abierto llega al final de su ciclo de vida minero, es perfecta para convertirse en una granja solar. La topografía tipo "asientos de estadio" de la mina es una ubicación ideal para la instalación de paneles solares, actuando como una azotea de 360 ​​grados. Además, los caminos y los edificios que ya se crearon se pueden utilizar como vías de servicio para construir y dar mantenimiento a la granja solar. La red eléctrica existente que alimentaba la mina podría ser convertida para enviar electricidad en la dirección contraria con modificaciones menores.

Al usar terrenos que ya han sido alterados, potencialmente estás salvando un lugar prístino del desarrollo industrial.

Actualizar y reutilizar la infraestructura existente puede ser rentable y respetuoso con el medio ambiente.

Económico: Las operaciones mineras son costosas de construir. Un sitio minero suele tardar años en desarrollarse y cuesta millones de dólares. Los sistemas de piques e izaje utilizados para la minería subterránea no tienen muchas opciones de reciclaje. Los castillos y winches viejos son costosos de reconstruir y transportar a nuevas minas. En lugar de ponerle una tapa al pique e irse, existe la posibilidad de utilizar toda la maquinaria de extracción como una gran batería de gravedad.

Una solución ganadora

La combinación de una granja solar a cielo abierto con una batería de gravedad en un pique subterráneo puede proporcionar un sistema robusto de energía renovable las 24 horas con un impacto ecológico mínimo. Juntos, los dos pueden ofrecer una solución viable para disminuir nuestro uso de combustibles fósiles.

El concepto de baterías de gravedad no es nuevo. El exceso de energía eleva un lastre que se libera durante los momentos de máxima demanda, convirtiendo el potencial gravitatorio en energía. Estas baterías, cuando se combinan con un sistema de energía renovable, podrían almacenar el exceso de energía solar generada durante el día para liberarla durante la noche. Los castillos y winches de piques podrían convertirse en una batería de gravedad confiable, siendo sus únicas restricciones clave el peso del lastre suspendido y la profundidad de la mina. Durante el día, el exceso de energía sube un lastre por el pique. Durante la noche, la gravedad empuja lentamente el lastre hacia abajo por el pique. El motor del winche eléctrico utiliza el frenado regenerativo, como un auto eléctrico, convirtiéndose en un generador que devuelve energía a la red.

Sistema de izaje de jaula en pique. Los equipos de extracción como este se pueden volver a equipar con el lastre.

Reevaluando como vemos el ciclo de vida de una mina

La gente ha estado reutilizando sitios mineros cerrados durante décadas. La reutilización de la tierra de una manera económicamente beneficiosa se denomina transformación de activos. Muchos sitios han sido recuperados, brindando a su vez beneficios públicos secundarios con mucho éxito. Hay sitios mineros que fueron recuperados en gran medida y luego se les instalaron granjas de energía renovable, utilizando el terreno alterado para preservar la ecología local. Todo lo que se necesita es un poco de creatividad para lograr un buen equilibrio entre restauración, recuperación y transformación de activos.

La tecnología y los sistemas ya existen. La gran idea aquí es más un cambio cultural en la forma en que vemos la vida de una mina. ¿Qué pasaría si la transformación de activos se considerara la norma? ¿Y si se requiriera que todos los sitios mineros proporcionen energía o un beneficio social o económico a la comunidad una vez que dejaran de producir mineral?

Hay muchas opciones para cada sitio minero y ningún plan de cierre de mina es idéntico. Existen grandes ventajas al planificar y pensar en cómo el cierre de una mina impacta en la comunidad local mucho después de que se agota el mineral. ¿Quién dice que hay que dejar de producir beneficios cuando se cierra la mina? La planificación, con suficiente anticipación, puede posicionar los activos de la industria minera después del cierre para convertirlos en centrales eléctricas ecológicas para las próximas generaciones. 

Esta publicación de blog, traducida del inglés, apareció primero en el sitio global de Ideas de Stantec.

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